No sé si la locura se cura por completo, o solamente se esconde. Tampoco soy la indicado para discutirlo, mi juicio podría estar enviciado; hay tantas cosas que guardo en mi corazón y tantas cosas que abandono para siempre. No sé si la locura se olvida, no sé si un amor se perdona. Probablemente, por eso la vida es tan sangrienta. Y por eso los sentidos son más agudos al principio, porque aún no los sabemos utilizar. Si no lo grito nadie lo escucha, y si a nadie le importa tampoco lo escuchan o peor, no les importa. Los días no son tan horribles en este encierro, es que no es el encierro lo que me duele. Es que el nunca me amó, y jamás, jamás me perdonaré haberla besado, si ella me hubiese amado todo hubiese sido distinto, más que distinto, perfecto. Ah, El amor no se perdona, yo no puedo hacerlo. No puedo perdonarme. Tampoco lo perdonaré a el por haberme dejado amarlo. Pero qué podía el hacer, cómo matar esa pasión que era lo que me mantenía viva. No sé si la locura se esconde por completo, o solamente se cura. Tampoco soy la indicada para discutirlo, ya no distingo los sueños de la realidad y ni siquiera sé si estoy despierta ahora.